Según diversos teóricos de lo social las diferenciaciones étnicas o
raciales deberían caer en desuso; así, Marx se pregunta para qué seguir formando
parte de grupos culturales arcaicos si todos vamos a formar parte de una sola
clase social.
Durante un tiempo se consideró que los adelantos en las formas de relación intergrupal favorecerían la integración cultural. Sin embargo, con la aparición del estado de bienestar y posteriormente con la caída del comunismo en Europa declinó la lucha de clases, circunstancia que ha provocado un vacío ideológico con el que se ha dado en relacionar el resurgimiento nacionalista posterior.
Conviene utilizar, la expresión "determinismo cultural" en lugar de "racismo", ya que esta actitud está relacionada con prejuicios ideológicos y de comportamiento de unos grupos respecto a otros; ciertos autores definen el concepto de "raza" como un constructo social. En este contexto, se ha dividido la problemática interétnica en cuatro grupos teóricos:
Durante un tiempo se consideró que los adelantos en las formas de relación intergrupal favorecerían la integración cultural. Sin embargo, con la aparición del estado de bienestar y posteriormente con la caída del comunismo en Europa declinó la lucha de clases, circunstancia que ha provocado un vacío ideológico con el que se ha dado en relacionar el resurgimiento nacionalista posterior.
Conviene utilizar, la expresión "determinismo cultural" en lugar de "racismo", ya que esta actitud está relacionada con prejuicios ideológicos y de comportamiento de unos grupos respecto a otros; ciertos autores definen el concepto de "raza" como un constructo social. En este contexto, se ha dividido la problemática interétnica en cuatro grupos teóricos:
- Distanciamiento cultural
- Etnocentrismo
- Discriminación
- Racismo teórico
- Etnocentrismo
- Discriminación
- Racismo teórico
La explicación histórica a estas cuestiones se puede iniciar con la
expansión europea que ocurre a partir del renacimiento, ante el descubrimiento
de culturas ajenas a la occidental. La superioridad tecnológica de los europeos es vista por
estos como superioridad intelectual y cultural. Se inicia sobre esta base la
teorización de la superioridad racial en el Siglo XVII, que se verá reforzada en
el XIX con la aparición del evolucionismo social de H. Spencer, basado en la
teoría de la evolución de Darwin: solo las razas mejor desarrolladas
intelectualmente tienen éxito en la lucha por la supervivencia; el resto está
condenado a desaparecer.
Los antropólogos de esta época aportan su trabajo empírico clasificando las razas desde diferentes criterios que arrojan cifras que van desde dos hasta treinta y cinco tipos distintos de razas.
Ya en el siglo XX, se inicia un cambio en los presupuestos conceptuales y en cierta medida la desactivación del etnocentrismo en las ciencias sociales.
Aparecen nuevos conceptos como el de "raza social" (M. Harris); se trata de grupos socialmente definidos y diferenciados sin que se trate de razas propiamente dichas.
Otro nuevo concepto es el de "etnicidad"; se refiere este a los individuos de un grupo que no solo poseen rasgos culturales diferentes sino que además los exhiben.
Respecto a este concepto se forman dos corrientes:
Primordialistas: la etnicidad se ha mantenido constante desde su aparición en los diversos grupos.
Circunstancialistas: la etnicidad se crea y renueva constantemente a través de las relaciones sociales. Esta corriente es la dominante en la actualidad.
Según este postulado, los grupos étnicos renuevan sus señas de identidad cuando estas quedan superadas. Por tanto, la aculturación no diluye las diferencias, antes bien, las reafirmaría.
La etnicidad puede ser utilizada frente a nuevas situaciones como en el caso de los inmigrantes, o se puede instrumentalizar para alcanzar determinados objetivos. (políticos, económicos, etc.) Se puede afirmar por tanto, que solo se mantiene la idea de "integración cultural" manteniendo a su vez las diferencias dentro de los límites interétnicos.
Los antropólogos de esta época aportan su trabajo empírico clasificando las razas desde diferentes criterios que arrojan cifras que van desde dos hasta treinta y cinco tipos distintos de razas.
Ya en el siglo XX, se inicia un cambio en los presupuestos conceptuales y en cierta medida la desactivación del etnocentrismo en las ciencias sociales.
Aparecen nuevos conceptos como el de "raza social" (M. Harris); se trata de grupos socialmente definidos y diferenciados sin que se trate de razas propiamente dichas.
Otro nuevo concepto es el de "etnicidad"; se refiere este a los individuos de un grupo que no solo poseen rasgos culturales diferentes sino que además los exhiben.
Respecto a este concepto se forman dos corrientes:
Primordialistas: la etnicidad se ha mantenido constante desde su aparición en los diversos grupos.
Circunstancialistas: la etnicidad se crea y renueva constantemente a través de las relaciones sociales. Esta corriente es la dominante en la actualidad.
Según este postulado, los grupos étnicos renuevan sus señas de identidad cuando estas quedan superadas. Por tanto, la aculturación no diluye las diferencias, antes bien, las reafirmaría.
La etnicidad puede ser utilizada frente a nuevas situaciones como en el caso de los inmigrantes, o se puede instrumentalizar para alcanzar determinados objetivos. (políticos, económicos, etc.) Se puede afirmar por tanto, que solo se mantiene la idea de "integración cultural" manteniendo a su vez las diferencias dentro de los límites interétnicos.
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