miércoles, 10 de abril de 2013

Quién me mandaría a mí

Anda que menuda ruina. Quién me iba a decir a mí que aquel pijolio al que le metí el palo iba a tener unos colegas tan brutos. Si se cagó las patas abajo cuando le saqué la fusca de pega; "no dispares, no dispares, toma, toma", y me lo dio todo, el peluco, la cartera, el plumas... un Pedro Gómez de los que ya no se hacen.
Claro que, a mí quién me manda ir a dar palos a pringaos; si con lo que saqué tengo para dos días como mucho... nunca me había fijado en lo sucias que están las aceras, está todo lleno de colillas y papeles, hasta escupitajos; a su lado el patio de la cárcel parecía un espejo...
Cuando salí del trullo estaba más pelao que una rata, pero por lo menos me había desintoxicao; hasta me felicitó el asistente social. Pero nada más llegar al barrio el Pirlo me tentó con una papela y vuelta a empezar. Lo que el hijoputa del Pirlo quería era que me enganchara de nuevo para tener de quién tirar si le falta clientela; aquí no hay amigos que valgan.
Y se me ocurre atracar a ese tontolculo... si yo ya era un profesional; los palos a los supermercados y a las gasolineras salieron hasta en los telediarios. Entonces si que nos pegábamos la gran vida, y nunca faltaba para un pico. Las sirenas se acercan, las puedo oír... y me da una rabia... suenan como el día que me encalomaron con el Trufa; creo que le llamaban Trufa por lo negro que era, aunque más negro quedaría cuando se achicharró en aquel buga que había robado...se estrelló escapando de la pasma; lástima, habia salido seis meses antes que yo. Menudo sorla el Trufa, sólo a él se le ocurre dar el palo a un locutorio; debieron ser ellos los que nos metieron la droga que encontraron los maderos en el coche cuando nos cogieron. Si yo ya se lo decía, que me daba mal rollo, que esos eran de largo más manguis que nosotros.
Las ruedas de esa furgo están deshechas, deberían cambiarlas; ya me vale en las cosas que me fijo... si me fijara en lo que cuenta no me habría pasado esto.
El mako me cambió. Dicen que te vuelves más espabi, pero a mí no me pasó. Pero por lo menos me desenganché un tiempo. Pero quién me mandaría a mí... claro que un pico es un pico, pero si no me hubiera puesto el Pedro Gómez, si lo hubiera pulido antes, a lo mejor el julai no me habría reconocido. Todavía le estoy viendo, "es él, es él", me señalaba, "vamos a por ese cabrón" decían sus amigos los rapados... y después la carrera, y después me acorralaron, y después saqué la pipa de fogueo, que no me sirvió de nada. Me patearon bien.
Tampoco me servirá de nada que lleguen los del SAMUR. Creo que son ellos aunque no puedo verlos. Hace rato que dejé de respirar y de sentir... Y se ha puesto todo tan oscuro...

@Pacoespada1

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