lunes, 19 de diciembre de 2011

R. K. Merton: Teoría y estructura social


Sobre la historia y sistemática de la teoría sociológica.
El sociólogo Robert K. Merton propone una distinción entre historiadores de la ciencia y sociólogos propiamente dichos. Achaca a algunos de estos una estrechez de miras que les lleva a ver la historia sociológica como la mera suma de grandes teorías clásicas sin analizar cómo estas se van interconectando, ni cómo la sociedad y la historia han influido en ellas ni el desarrollo de la sociología como ciencia a través del tiempo. El autor encuentra escasas las explicaciones que se ofrecen de los pasos metodológicos recorridos hasta alcanzar los resultados finales; ya que se tiende a presentar las teorías como el resultado de un pulcro proceso metodológico, cuando es sabido que en la ciencia, la obtención de resultados se debe también a errores, intuiciones, casualidades y otros hechos ajenos al método. Esto conduce a una disgregación entre la sistemática y la "verdadera historia científica".
Por otra parte, Merton razona sobre al cuestión de la continuidad y discontinuidad de las teorías científicas y de la sociología en particular. En este sentido el historiador puede equivocarse en ambos sentidos, encontrando, en palabras de Merton: "continuidad de pensamiento donde no existe y no identificando la realidad donde si existe". Normalmente , se considera que la ciencia es acumulativa, por lo tanto se tiende a adoptar un modelo que implica continuidad, siendo así es lógico que varios inestigadores puedan realizar el mismo descubrimiento de modo independiente, ya que todos partirían del mismo conocimiento acumulado.
En el marco de la búsqueda de ideas que hayan influido en descubrimientos posteriores se ofrecen varias cuestiones:
Redescubrimiento y predecubrimiento. Los descubrimientos independientes son aquellos que realizan dos o más científicos que desconocen los trabajos de sus colegas sobre el mismo tema. Cuando los descubrimientos se realizan espaciados en periodos de tiempo más largos, se puede hablar de los últimos como de redescubrimientos, y de los anteriores como de predescubrimientos. Hay casos en los que es difícil hallar las identidades entre un descubrimiento y su predecesor, dificultad que se acentúa en las ciencias sociales. Pese a lo decepcionante que resulta para un investigador descubrir que otros se le han adelantado, no es escaso el número de científicos que informan de hallazgos anteriores a sus ideas, aunque también se dan casos de investigadores que ocultan estas informaciones, que solo llegan a ser conocidas por ellos o algunos colaboradores. También encontrar un predescubrimiento ha obligado a más de un científico a abandonar su línea de trabajo.
Anticipaciones y revelaciones parciales.El autor comenta la distinción que hace Kuhn entre "ciencia normal" y "revoluciones científicas". Entre dos revoluciones, la mayoría del trabajo científico se desarrolla en el marco de la ciencia normal, que aumenta su caudal de conocimiento mediante la acumulación. Ante las nuevas ideas que van surgiendo se necesitan expresiones para designar los nuevos conceptos; el lenguaje utilizado puede ser polisémico,. pudiendo llevar a una interpretación errónea de dos ideas distintas como idénticas. En este caso, se podría tomar la idea más antigua como predecesora de la nueva sin que tengan ambas una relación estricta; se trataría entonces de una anticipación parcial. Las revelaciones son aún más ambiguas al ser simples ideas generales que no tienen el desarrollo teórico co de las ideas posteriores. La atención de ciertos historiadores de la ciencia a estos "barruntos" llevan a anunciar como predescubrimientos aoscuras formulaciones del pasado.
En las ciencias sociales, la exposición de los trabajos suele adoptar el formato de ensayo, a diferencia de las ciencias naturales, en las que se opta por el artículo, modo este que se esta empezando autilizar en sociología en los últimos años. En cualquier caso, falta en estas exposiciones información metodológica y una definición rigurosa de los conceptos y las ideas; la falta de claridad puede empujar al historiador a encontrar similitudes entre teorías presentes y pasadas en parecidos que carecen de importancia. Un análisis riguroso llevaría a estos a discriminar entre aproximaciones insustanciales y predescubrimientos que influyen en científicos posteriores para el desarrollo de sus teorías.

Merton distingue entre una identificación inmediata de anticipaciones, cuando cuando existe bastante información respecto a estas, con lo que los científicos que las conocen informan de ellas al resto de sus colegas, y la identificación retardada , que sucede cuando la primera idea ha caido en el olvido; puede ocurrir entonces que un descubrimiento conduzca a que dicha idea vuelva a salir a la luz al cabo del tiempo como precursora de este. El hecho de que un descubrimiento haya sido olvidado puede estar relacionado con el marco histórico e intelectual en que se produjo, pudo no encajar con los paradigmas de su tiempo o con la ideología dominante. También puede haber otras razones históricas; estas relaciones deberían ser identificadas,ya que esto ayudaría a comprender su grado de similitud con un descubrimiento reciente. Sin embargo, que buscan sistemáticamente predescubrimientos, sean estos reales o no.
Adumbraciones. Asi se denomina a la búsqueda fanática de predescubrimientos; ante el más mínimo parecido de una idea antigua con una nueva. La motivación puede obedecer a diversas causas:
Primero, a la intención de demostrar que las grandes ideas ya fueron formuladas anteriormente; segundo, tambien se puede deber al etnocentrismo del autor: este intenta desacreditar cualquier idea que provenga de un investigador extranjero o de cualquier miembro de un grupo exógeno, sirviéndose para ello de supuestas anticipaciones de pensadores pertenecientes a la propia nación o al propio grupo. En tercer lugar, la enemistad con el descubridor puede hacer buscar a ciertos autores predescubrimientos de una forma indiscriminada. Según Merton, el fenómeno de la adumbración se puede expresar así:
-El descubrimiento no es cierto.
-Si es cierto no es nuevo
-Si es cierto y nuevo, no es importante
Merton considera entre otras diferencias que exiten respecto a las ciencias naturales y las ciencias humanas la cuestión de las fuentes. Mientras las ciencias físicas, matemáticas o biológicas aprovechan principalmente la acumulación de conocimiento de sus respectivas disciplinas, sobre todo en cuanto a sus hallazgos recientes, las humanidades recurren con frecuencia a la lectura de los clásicos. Las ciencias sociales, que se encuentran en un plano intermedio, por tanto, se encuentran con la disyuntiva de elegir entre ambos procedimientos. El sociólogo suele mantener ante esto una actitud ambivalente; por una parte se beneficia de los últimos hallazgos teóricos y mantiene una línea de investigación empírica, por la otra convierte las obras de los clásicos en lectura obligatoria. Esta influencia se debe a que la sociología es una disciplina relativamente nueva, por ello no ha alcanzado todavía el grado de acumulación de la física, por ejemplo. Se siguen planteando en determinados casos las mismas cuestiones que preocupaban a los padres fundadores, cuestiones que no han sido aún resueltas , parece lógico pues que se revise periódicamente la obra de Marx, Durkheim, Weber u otros. Sin embargo, no hay que entregarse a estos autores de un modo acrítico, esta es, para Merton, una forma degenerativa de abordarlos; otro error de este tipo deriva de su trivialización a causa de la reiteración de una idea.
Ciertos autores optaron, en cambio, por prescindir de lectura de clásicos y contemporáneos en nombre de una "higiene cerebral". Comte y Spencer fueron practicantes de este método que consiste en no leer a otros autores para no contaminar sus propias investigaciones con las ideas de otros.
Sea como fuere, un saludable término medio es lo apropiado para abordar el estudio de los clásicos; el autor recomienda además releerlos, esto puede servir para obtener ideas nuevas que con el paso del tiempo pueden aparecer al variar el punto de vista del investigador. Con lo que una obra clásica puede rendir aún mayores frutos a través de los años.

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