viernes, 20 de abril de 2012

Emile Durkheim: la división del trabajo social.

Hechos sociales

Emile Durkheim considera que el objeto fundamental de la sociología debe consistir en el estudio de los hechos sociales. La idea de que los hechos sociales deben ser tratados como "cosas" es vital para distinguir la filosofía de la sociología. Como objetos, los hechos sociales deben ser estudiados de un modo empírico, no filosófico.
Así mismo, para distinguir la sociología de la psicología, Durkheim afirma que los hechos sociales son externos y coercitivos para el actor; el objeto de la psicología sería estudiar los hechos psicológicos, mientras que el de la sociología sería el estudio de los hechos sociales.
Se distinguen en su obra dos grandes grupos de hechos sociales: hechos sociales materiales e inmateriales.
Los hechos sociales materiales son los más visibles, <<A veces el hecho social se materializa y llega a convertirse en un elemento del mundo exterior>>. La arquitectura sería un ejemplo de hecho social material.
Pero a lo que el gran sociólogo da mayor importancia, hasta convertirlo en núcleo de su obra es el análisis de los hechos sociales inmateriales. Los hechos sociales inmateriales se corresponden con lo que hoy consideramos normas y valores de la sociedad, o de forma extensa, la cultura.
Los hechos inmateriales residen en cierto modo en la mente del actor, por ello, para distinguirlos de los hechos psicológicos se ha de pensar en ellos como coercitivos y externos. Hay que considerar que tanto algunos hechos sociales como los psicológicos existen dentro de las conciencias y entre ellas; Durkheim considera que mientras los sociólogos se interesan por las normas y los valores, los psicólogos se afanan en temas como los instintos humanos, por tanto en fenómenos más primarios.
Durkheim se esfuerza por organizar los hechos sociales en distintos niveles de realidad social; los hechos sociales materiales tienen prioridad en la teoría sociológica de Durkheim precisamente porque influyen en los inmateriales, fundamentales en dicha teoría.
Los principales niveles de la realidad social serían:
A. Hechos sociales materiales
1. La sociedad
2. Componentes estructurales de la sociedad (como instituciones)
3. Componentes morfológicos de la sociedad (como distribución de la población o canales de comunicación)

B. Hechos sociales inmateriales
1. Moralidad
2. Conciencia colectiva
3. Representaciones colectivas
4. Corrientes sociales
Inspirado por la biología, Durkheim considera que la sociedad está constituida por órganos (hechos sociales), o estructuras sociales que realizan ciertas funciones para la sociedad. Debemos distinguir las funciones de las estructuras de los factores causales de su existencia. Los estudios de Durkheim sobre el nivel macro explican su importante papel en el desarrollo del estructuralismo funcional.

División del trabajo en la sociedad
Durkheim concibe dos tipos de sociedad: el primero, más primitivo, corresponde a la solidaridad mecánica, que se caracteriza por una estructura social laxa y con poca o ninguna división en el trabajo; por el contrario, la solidaridad orgánica es de un tipo más moderno y presenta una división del trabajo mayor y más refinada. La división del trabajo es un hecho social material que indica hasta que punto se han especializado las tareas y responsabilidades.
Los cambios en la división del trabajo han sido fundamentales en la estructura de la sociedad, de modo que una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica se mantiene cohesionada porque sus individuos tienen conocimientos similares, mientras que una sociedad en la que prima la solidaridad orgánica se mantiene unida porque los individuos tienen distintas tareas y conocimientos, creándose una red de interdependencias, por ello la sociedad moderna se mantiene unida por la especialización de las personas y la necesidad de servicios de otras.
Densidad dinámica
Este concepto de Durkheim hace referencia a la cantidad de individuos que forman una sociedad y al grado de interacción que realizan entre sí.
Un aumento del número de individuos unido al aumento de interacción conduce al cambio de una sociedad mecanicista a una sociedad organicista, dado que dicho aumento provoca una mayor competencia entre todos, al tener características similares; el cambio a la división del trabajo permite a personas y estructuras cooperar entre los diversos ámbitos de especialización.
Derecho
Una sociedad mecánica se caracteriza por un derecho represivo. Cualquier ataque a su sistema de valores compartido es algo de gran importancia para la mayoría de los individuos , por lo que el transgresor suele ser castigado muy severamente si se considera su acción una ofensa contra el sistema moral colectivo.
Una sociedad de solidaridad orgánica se caracteriza por el derecho restitutivo; a los individuos se les pide que cumplan con la ley o que restituyan a aquellos que resulten perjudicados por sus acciones. En este tipo de sociedades la gente no suele reaccionar emocionalmente ante el incumplimiento de las leyes.
Mientras que en el primer tipo de sociedad la administración de la justicia corre a cargo de las masas, mientras que en el segundo tipo, la administración del derecho restitutivo corre a cargo de especialistas, lo que concuerda con la especialización característica de la división del trabajo.
Anomía
Los individuos se enfrentan a la anomía cuando carecen de un concepto claro de lo que es una conducta apropiada y aceptable y de lo contrario.
La "patología" central de las sociedades modernas es la división anómica del trabajo. La división estructural del trabajo en la sociedad moderna es una fuente de cohesión que compensa el debilitamiento de la moralidad colectiva, pero el argumento de Durkheim subraya que la división del trabajo no puede paliar del todo la relajación de la moralidad común, por lo cual la anomía es una patología que surge como consecuencia del nacimiento de la solidaridad orgánica. Los actores pueden sentirse aislados en la realización de sus tareas altamente especializadas y pueden dejar de percibir el vínculo que los une a los que viven y trabajan a su alrededor.
Durkheim considera esta situación anormal, ya que para él, sólo en situaciones anormales la división moderna del trabajo relega a las personas a tareas aisladas y carentes de sentido.
Conciencia colectiva
Dice Durkheim: <<El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma sociedad, forma un sistema determinado que tiene vida propia: podemos llamarlo conciencia colectiva o común... Es, pues, algo completamente distinto a las conciencias particulares aunque sólo se realice en los individuos>>
La conciencia colectiva es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en otra con solidaridad mecánica. Es más probable que los miembros de una sociedad moderna se mantengan unidos por la división del trabajo y la necesidad de que otros realicen ciertas funciones que mediante una conciencia colectiva poderosa.
Anthony Giddens señala que la la conciencia colectiva difiere en los dos tipos de sociedades en cuatro dimensiones:
- Volumen: se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia colectiva.
- Intensidad: se refiere al grado en que la sienten.
- Rigidez: se refiere a su nivel de definición.
- Contenido: se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos polares de sociedad.
En una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica, prácticamente la totalidad de sus miembros comparten la misma conciencia colectiva; esta se percibe con gran intensidad; es extremadamente rígida y su contenido suele ser de índole religiosa.
En una sociedad de solidaridad orgánica, la conciencia colectiva es más reducida y la comparte una cantidad menor de individuos; se percibe con menor intensidad; no es muy rígida y su contenido queda definido por el concepto de "individualismo moral".
Representaciones colectivas
La idea de "conciencia colectiva" es un tanto vaga, debido a ello, Durkheim abandona progresivamente este concepto en favor de otro mucho más concreto y específico: las representaciones colectivas. Estas pueden ser consideradas estados específicos o substratos de la conciencia colectiva.
Las representaciones colectivas hacen referencia a las normas y valores de colectividades concretas como la familia, la ocupación, el estado o las instituciones educativas y religiosas. Dicho concepto puede utilizarse de forma tanto general como particular y permite a Durkheim definir los hechos sociales inmateriales de forma más concreta que con la idea nebulosa de conciencia colectiva.
La representaciones colectivas poseen un carácter sui generis, pero dicho carácter único no puede reducirse a la conciencia individual, lo que las sitúa directamente en el mundo de los hechos sociales inmateriales. Su existencia no depende de ningún individuo en particular y su duración es superior a la duración de la vida del individuo, estas características hacen que las representaciones colectivas trasciendan al individuo.
Por todo ello, las representaciones colectivas constituyen la idea central de los hechos sociales inmateriales en Emile Durkheim

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