jueves, 6 de diciembre de 2012

Alejandro Magno, biografía


 Alejandro Magno nació en Pellas, capital de Macedonia; era hijo de Filipo II, rey de Macedonia, y de Olimpia, princesa de Epiro. Aristóteles fue su tutor, enseñándole retórica y literatura, y estimuló su interés por la ciencia, la medicina y la filosofía. En el año 336 a.C. Filipo fue asesinado por un noble, Pausanias y Alejandro, pese a haber mantenido diferencias con su padre que incluso le llevaron al exilio, ascendió al trono de Macedonia, elegido por la asmblea de ciudadanos macedonios en armas (timocracia). Se encontró rodeado de enemigos y se vio amenazado por una rebelión en el extranjero que solventó con la ayuda de sus amigos incondicionales, como Hefestion, Tolomeo, etc. que le acompañaron en su aventura asiática. Marchó sobre Tesalia, donde los partidarios de la independencia habían obtenido el control y restauró el dominio macedónico. Hacia finales de 336 a.C. había reestablecido su posición en Grecia y un congreso de estados en Corinto lo eligió estratego del Ejército griego para la guerra contra Persia. En el 335 a.C. se dirigió hacia Tebas, que se había sublevado. Tomó la ciudad por asalto y por decisión de las ciudades-estado aliadas arrasó sus edificios, respetando sólo los templos y la casa del poeta lírico Píndaro esclavizando a unos treinta mil habitantes capturados.
Alejandro comenzó la guerra contra Persia en 334 a.C. al cruzar el Helesponto con un ejército de unos 365 mil hombres de Macedonia y de todala Hélade; sus oficiales jefes eran todos macedonios, incluidos Antígono el Tuerto, Tolomeo, Seleuco, Hefestión etc. En el río Gránico, atacó a un ejército de 40 mil persas y griegos hoplitas. Sus fuerzas derrotaron al enemigo y después de esta batalla, toda Asia Menor se rindió. Según la tradición, en su camino a través de Frigia cortó con su espada el nudo gordiano. Continuó avanzando hacia el sur, se encontró con el ejército principal persa bajo el mando de Darío III, en Isos, en el noroeste de Siria. Según la tradición, el ejército de Darío se estimaba en 500 mil soldados. La batalla de Issos, en el año 333 a.C., terminó con una gran victoria de Alejandro. Darío huyó, abandonando a su madre, esposa e hijos a Alejandro, quien les trató con respeto debido a su condición de familia real. Tiro, un puerto marítimo muy fortificado, ofreció una resistencia obstinada, pero Alejandro lo tomó por asalto en el 332 a.C. después de un asedio de siete meses y de construír una rampa de tierra en el litoral. Seguidamente, Alejandro capturó Gaza y después pasó a Egipto, donde fue recibido como libertador. En el 332 a.C. fundó, en la desembocadura del Nilo, la ciudad de Alejandría, que se convirtió en el centro literario, científico y comercial del mundo griego. Cirene, la capital del antiguo reino de Cirenaica en el norte de África, se rindió a Alejandro en el 331 a.C., extendiendo sus dominios a todo el territorio de Cartago.
En 331 a.C. Alejandro hizo una peregrinación al templo y oráculo de Amón-Ra, el dios egipcio del Sol, a quien los griegos identificaron con Zeus. Se creía que los primeros faraones egipcios eran hijos de Amón-Ra, y Alejandro, el nuevo dirigente de Egipto, quería que el dios le reconociera como su hijo. La peregrinación tuvo éxito, y quizá confirmara la creencia de Alejandro en su propio origen divino. Dirigiéndose de nuevo hacia el norte, reorganizó sus fuerzas en Tiro y salió hacia Babilonia con un ejército de 40 mil infantes y 7 mil jinetes. Cruzó los ríos Éufrates y Tigris y se encontró con Darío al frente del ejército persa, el cual sufrió una derrota devastadora en la batalla de Gaugamela, el 1 de octubre del 331 a.C. Darío huyó al igual que hizo en Isos, más tarde fue asesinado por dos de sus propios generales. Babilonia se rindió después de Gaugamela, y la ciudad de Susa fue igualmente conquistada. Más tarde, hacia mitad del invierno, se dirigió a Persépolis, capital de Persia. Después de robar los tesoros reales y apropiarse de un rico botín, quemó la ciudad, al parecer a petición de una hetaira ateniense, lo cual completó la destrucción del antiguo Imperio Persa. Su dominio se extendía a lo largo y ancho de la orilla sur del mar Caspio, incluyendo las actuales Afganistán y Beluchistán, y hacia el norte a Bactria y Sogdiana, el actual Turquestán ruso, también conocido como Asia Central. Sólo le llevó tres años, desde la primavera del 330 a.C. hasta la primavera del 327 a.C., dominar esta vasta zona.
Para completar la conquista del resto del Imperio Persa, que en tiempos había incluido parte de la India occidental, Alejandro cruzó el río Indo en el 326 a.C., e invadió el Punjab, alcanzando el río Hidaspes, en esta batalla venció al rey indio Poros, al que después convirtió en aliado; en este punto los macedonios se rebelaron, negándose a continuar. Entonces construyó una flota y bajó navegando el Hidaspes, hacia el Indo, alcanzando su delta en 325 a.C. La flota continuó hacia el golfo Pérsico. Con su ejército, Alejandro cruzó el desierto de Susa en el 324 a.C.. La escasez de comida y agua durante la marcha había causado varias pérdidas y desacuerdos entre sus tropas. Alejandro pasó aproximadamente un año organizando sus dominios e inspeccionando territorios del golfo Pérsico, donde conseguir nuevas conquistas. Llegó a Babilonia en la primavera del 323 a.C., pero en junio contrajo fiebres y murió, como antes le había sucedido a su mejor amigo, Hefestión Dejó su imperio, según sus propias palabras, a los más fuertes; este ambiguo testamento provocó terribles luchas internas durante medio siglo, conocidas como las guerras de los Diadocos (herederos).
Alejandro fue uno de los mayores conquistadores de la historia, destacó por su brillantez táctica y por la velocidad con la que cruzó grandes extensiones de terreno. Normalmente fue valiente y generoso, pero supo ser cruel y despiadado cuando la situación política lo requería, aunque cometió algunos actos de los que luego se arrepintió, caso del asesinato de su amigo Clitos "el negro" en un momento de embriaguez. Como político y dirigente tuvo planes grandiosos; según muchos historiadores abrigó el proyecto de unificar Oriente y Occidente en un imperio mundial, una nueva e ilustrada hermandad mundial de todos los hombres (Homonoia). Hizo que unos 30 mil jóvenes persas fueran educados en el habla griega, en tácticas macedónicas y les alistó en su ejército. Él mismo adoptó costumbres persas y se casó con mujeres orientales: con Roxana hija de Oxyartes de Sogdiana, y con Stateira, la hija mayor de Darío; animó a sus oficiales para que tomaran esposas persas. Para unificar sus conquistas, Alejandro fundó varias ciudades a lo largo de su marcha, muchas se llamaron Alejandría en honor a su persona; estas ciudades estaban bien situadas, bien pavimentadas y contaban con buenos suministros de agua. Eran autónomas pero sujetas a los edictos del rey. Los veteranos griegos de su ejército al igual que soldados jóvenes, negociantes, comerciantes y eruditos se instalaron en ellas y se introdujo la cultura y la lengua griega. Así, Alejandro extendió ampliamente la influencia de la civilización griega y preparó el camino para los reinos del periodo helenístico y la posterior expansión de Roma. 


@Pacoespada1

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